Doble palo, descenso y desaparición

 

Lagunak se ha quedado sin el equipo de referencia. El fútbol femenino amarillo, que militó en la máxima categoría del fútbol femenino nacional durante nueve temporadas en diferentes etapas y que lució sus colores y su nombre en tres finales de la Copa de la Reina (1997-98, 1999-00 y 2006), ha descendido a categoría regional después de dos años especialmente negativos y convulsos en la sección femenina en vísperas de cumplirse la redonda cifra de los 25 años de su creación (1990).

 

Si ya fue traumático el descenso de Primera a Segunda que vivimos algunos la temporada pasada (2012-13), en la que sólo se sumó una victoria y un empate en 30 partidos, que además impidió el ascenso del equipo filial de Regional a Segunda al no poder coincidir ambos en la misma categoría, la caída en picado esta campaña (2013-14) de Segunda a Regional ha supuesto un más que duro mazazo a la moral de todas las partes implicadas (y no), de una u otra forma en el fútbol femenino amarillo. El descenso del primer equipo ha acarreado el adiós del club a la militancia en una categoría nacional y la desaparición obligada del equipo filial de Regional ya que no está reglamentado que dos equipos del mismo club compartan la misma categoría. Todo ello, a un año de cumplirse las ‘Bodas de plata’ del fútbol femenino de Lagunak. Triste. Muy triste.

 

El deambular del primer equipo amarillo esta temporada por el grupo II de la Segunda división ha sido de todo menos placentero y la imagen dada ha sido todo lo más alejado a la de una balsa de aceite. Cuando todo parecía indicar que ésta sería una campaña de transición y de cómodo asentamiento en la categoría de plata, en la que lo primordial iba a ser hacer borrón y cuenta nueva para rearmarse tras la llegada de una nueva gestora a la sección de fútbol, la llegada de un nuevo entrenador con 23 años de experiencia en los banquillos (Juan Gallardo), la salida de un buen número de jugadoras y la incorporación de jóvenes promesas de la cantera… la realidad ha dicho que lo peor no había llegado aún y que iba a representarse durante los ocho meses de la recién terminada temporada.

 

El libro de historia de Lagunak ha escrito una de las páginas más tristes, grises  y decepcionantes en sus veinticuatro años de vida, si no la que más, y de la misma manera que cuando han venido bien dadas han salido todos los protagonistas, participantes y extras a escena para salir en la foto, se echa en falta que alguien asuma también ahora sus responsabilidades, comparezca y dé una explicación a tantos tropiezos, sinsabores y sinsentidos en lo deportivo que han acabado con un nuevo descenso en menos de un año y la desaparición de uno de los tres equipos femeninos de Lagunak.

 

Desde la confección de la plantilla en la pretemporada, sin incorporaciones comparables a las del equipo masculino de Regional Preferente ni en cantidad ni en calidad; pasando por la destitución del entrenador titulado (Juan Gallardo), a instancias de parte de la plantilla, tras la octava jornada en plena convalecencia tras una operación por desprendimiento de retina; su sustitución en el banquillo por el preparador de porteros del club (Víctor Barandalla. Ahora ya se puede citar ¿no?) como revulsivo de manera “provisional” con el visto bueno de la gestora a pesar de no tener título oficial de entrenador para la categoría y de acumularse sucesivas sanciones por ello; la posterior despedida del club de Juan Gallardo que seguía aportando su carnet de entrenador titulado en los partidos de casa para evitar mayor ‘agujero económico' mientras desempeñaba funciones de coordinador; la inevitable e imparable sucesión de derrotas hasta terminar descendiendo sin que nadie pusiera un remedio eficaz a tiempo para impedirlo en las 18 jornadas siguientes, hasta la permisividad institucional ante actos poco disciplinados o deportivos sobre el césped, entre otras cosas, son pinceladas (más bien brochazos sin orden ni medida) a vuela pluma de hechos sucedidos en esta página reciente de la historia amarilla. Y además, mucho, mucho oscurantismo.

 

Y aquí, como en tantos y tantos sitios ‘#Aquí no dimite ni Dios’. Bueno, alguien sí, aunque no por este motivo deportivo.

 

Tras este significativo tropezón, toca pasar página, dejar atrás este capítulo negro, y empezar a escribir uno nuevo. Se está a tiempo de recuperar algo del prestigio perdido para septiembre de 2015, fecha de las ‘Bodas de Plata’ del fútbol femenino de Lagunak. Es cosa de todos asumir errores, levantarse, rehacerse y seguir adelante. Es cosa de todos volcarse con el equipo que fue referencia a nivel nacional no hace tanto tiempo. Es cosa de todos que los 25 años sean además de una simple celebración temporal, una celebración de superación y de éxito por haber vuelto a la elite. Porque todos lo queremos así… ¿o no?

Señalamientos 10 / 10

Fútbol

Liga Autonómica.

San Juan 2 - Lagunak 0

 

Balonmano

División de Honor Plata Fem.

Lagunak 24

Salud Tenerife 16

 

Baloncesto

Primera División Fem.

Cantolagua 56 - Lagunak 53